Leyendo el periódico digital elmundo.es me ha sorprendido ver en la sección de ciencia, un artículo en el que relacionan el comportamiento de unos monos con el de los seres humanos en el tema de la corrupción.
En el artículo se explica un experimento realizado a primates, en el que un investigador escondía un plátano y uno de los chimpancés presenciaba la acción, mientras tanto otro chimpancé observaba al primero. Cuando soltaron a ambos el primer chimpancé, que sabía donde estaba el plátano, se iba a otro lado para engañar al que le observaba. Cuando el primero creía haber despistado al segundo, este corría hacía el verdadero escondite del plátano.
Otro experimento realizado, es que si tu no le dejas comer a un mono fruta mientras estás presente, este te la robará cuando estés distraído.
Lo más sorprendente de este artículo es que intentan relacionarlo con la corrupción, y es en ese momento en el que yo me pregunto, si realmente hemos evolucionado de forma diferente a los monos.Seguimos intentando engañar al compañero para el beneficio propio.
El último experimento que se relata en el artículo, consiste en que hay dos chimpancés, uno observa como una persona ofrece una bandeja de comida a otro chimpancé, que tiene que tirar de una cuerda para conseguirla, el chimpancé que observa le tira la comida antes de que el chimpancé de la cuerda la consiga, en cambio el chimpancé que observa si ve que la persona le entrega directamente la bandeja de comida al otro chimpancé, el que observa no hace nada, es decir, permite que se la coma. Esto explica que hasta los monos entienden la diferencia entre donación y robo.
¿Deberían ser estos casos de corrupción, que estamos sufriendo actualmente los ciudadanos, motivo de investigación y experimentos con el ser humano? ¿Conseguiría la ciencia que los políticos entendieran la diferencia entre cobrar un sueldo y recibir un sobresueldo?
Belén Troyano Gallegos.
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