Un elefante asiático llamado Koshnik
puede imitar el discurso humano pronunciando palabras en coreano e
imitando las vocales con gran precisión. Esto a causado una enorme
extrañeza entre los científicos.
Esta impresionante habilidad es posible
gracias a que el paquidermo ha aprendido a vocalizar las palabras
situando su trompa dentro de la boca.
Sorprendentemente este animal es capaz
de imitar incluso el tono de voz de sus entrenadores teniendo en
cuenta que el discurso humano tiene principalmente dos aspectos: tono
y timbre.
Esto es realmente extraño teniendo en
cuenta las diferencias de tamaño y de tracto vocal (constituido por
la cavidad oral, nasal, la faringe y la laringe) entre el elefante y
los humanos.
Para imitar los sonidos el elefante se
basa en el uso de la trompa, es algo que nunca se ha observado en
ningún otro ejemplar de paquidermo asiático salvaje.
El elefante sitúa la trompa dentro de
su boca para modular el tracto vocal, cuya configuración actúa como
filtro acústico de los sonidos producidos en la laringe, método de
producción de sonidos vocálicos nunca visto hasta ahora.
Lo más destacable es la presencia de
un labio superior unido a la nariz, lo que da forma a la trompa, lo
cual hace imposible que redondeen el labio (imposible para pronunciar
fonemas).
A diferencia de sus parientes, este
elefante imita sonidos a lo largo del año y no solo durante la etapa
de apareamiento, lo cual podría explicarse por la experiencia
juvenil del animal que estuvo solo, durante cinco años en un zoo de
Corea del Sur y tuvo contacto exclusivamente con personas.
El experimento.
Tras escuchar las grabaciones de los
sonidos del paquidermo los nativos coreanos escribían lo que
entendían, los cuales estuvieron de acuerdo sobre el significado
general de lo que acababan de escuchar. Distinguieron cinco palabras
coreanas: hola, siéntate, no, túmbate y bien.
A pesar de considerarse un gran
descubrimiento los científicos hacen hincapié en que esto no
significa que el animal sepa lo que está diciendo ni que realmente
quiera decir eso.
Hasta el momento solo existían algunos
ejemplos convincentes de la emisión de discursos en mamíferos no
humanos, como el caso de Hoover, una foca de la especie Phoca
vitulina, rescatada por un pescador, que imitaba frases simples en
inglés.
Algunos paquidermos de África han
llegado a copiar los sonidos de los motores de los camiones, mientras
un elefante asiático de un zoológico de Afganistán era capaz de
imitar sonidos en ruso y kazajo, aunque este caso no se ha
investigado científicamente.
Belén Troyano Gallegos.
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